Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora nos ha reconciliado.
Col.1:21
El Apóstol Pablo empieza esta sección del capítulo 1, haciéndoles recordar la condición en la que vivían los colosenses antes, una condición paupérríma llena de idolatría, involucrados en el gnosticismo, que era una forma de conocimiento humano elevado y el acetismo que era una forma del duro trato del cuerpo, ya que creían que la materia era mala, pero cada una de estas prácticas eran producto de su ignoracia, pero le daban el rótulo de ENEMIGOS DE DIOS, en el Salmo 34:16 dice: La ira de Jehová contra los que hacen mal, para cortar de la tierra la memoria de ellos, Isaías 59:2 lo dice más contundente: pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oir, frente a esto que ¿diremos?, no hay duda, necesitamos reconciliarnos con Dios, porque nuestros pecados no son menores que lo que cometieron los colosenses, lo maravilloso es que Dios ha provisto el medio de esta reconciliación 2Cor.5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la Palabra de la reconciliación.
Ahora esta reconciliación nos une y nos identifica con Cristo para vivir una vida nueva que glorifique en testimonio vivo que somos nuevas Criaturas, el hecho de que Cristo sea el medio de la reconciliación nos pone en una posición segura en cuanto a nuestra nueva naturaleza, pero con la responsabilidad de vivir una vida santa que agrade a Dios en todas sus formas, cuando digo todas sus formas no solo es lo que a tí te agrada, sino es todo lo que tu vida involucra 1Pe 1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
¿Ya te reconciliaste con Dios? ,Y si lo has hecho, ¿vives de acuerdo al standár de su Palabra?, debes ser conciente día a día de que tu camino era el infierno y Dios en su gracia te reconcilió con su Padre para darte vida, te invito a examinarte a la luz de la Palabra de Dios,
finalmente te ánimo a vivir la vida de Cristo.
Dios te bendiga.